Buscar en ADSADN Buscar en Google

19/10/07

Mosquitas alteradas

De como el estudio de las proteínas accesorias masculinas, determinantes del comportamiento post-coital de las mosquitas, puede influir sobre la vida de centenares de millones de personas.

La malaria es la principal enfermedad debilitante del planeta. Afecta a más de 200 millones de personas (4 veces la población de España). Está causada por un parásito con un ciclo de vida de los más complejos (como podeis ver en el vídeo). El vector del parásito, el animal que lo transmite al hombre, es un mosquito denominado Anopheles. De hecho, son las "mosquitas" Anopheles, ya que los machos se dedican a beber jugos vegetales.

Los pequeños parásitos son absorbidos de una persona infectada por la sangre. En el estómago del mosquito se reproducirán y migrarán hasta sus glándulas salivares, donde esperarán a que la hembra pique a otro humano, para infectarlo. En el humano, el parásito atacará los glóbulos rojos, entrando en ellos, creciendo y reventándolos. Esto causa gran debilidad y altas fiebres cíclicas. No es una enfermedad agradable, y causa enormes cantidades de muertos.



El estudio de los mosquitos Anopheles es de vital importancia para intentar atacar al vector de la malaria. Es importante, por ejemplo, el estudio del comportamiento sexual de estos mosquitos, pues es tras la cópula con el macho que la hembra necesita llenarse de sangre para alimentar los huevos que producirá. Los machos poseen unas glándulas masculinas accesorias que generan una gran cantidad de proteínas reproductoras (denominadas Acps, de Accessory Proteins) las cuales no sólo controlan la fertilidad masculina sino que determinan el comportamiento post-coital de la hembra (el cigarrito, el girarse en la cama, el ir a chupar sangre,...). En un artículo aparecido en el PNAS del 9 de octubre, se realiza un estudio del genoma de Anopheles describiéndose... ¡46 proteínas! expresadas en las glándulas accesorias. La infinita complejidad del comportamiento de las hembras es debida a los machos. En mosquitos. No sé si hay homólogos de estos genes para humanos...

Tampoco quiero saber dónde tengo las glándulas accesorias.

No hay comentarios: