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2/4/08

No todo es cuestión de fumarse un porro

En nuestro organismo existen receptores naturales para proteínas de nuestro propio cuerpo que también se unen a moléculas similares de origen externo, como la nicotina o los canabinoides (lo cual no quiere decir que Dios nos diseñara pensando en que algún día nos íbamos a hinchar a fumar petas). El caso concreto del sistema endocanabinoide funciona gracias a dos tipos diferentes de receptores, CB1 (presente en las neuronas) y CB2 (presente en células del sistema inmune implicadas en la inflamación).
Desde hace años se sabe que estos receptores están implicados en la patología de las enfermedades neurodegenerativas, actuando como neuroprotectores y evitando la inflamación de los axones, que es la causa última del mal en la esclerosis múltiple. Concretamente, hacen bajar la producción de las famosas citoquinas proinflamatorias, entre otras cosas.

Pero como la estimulación del receptor CB1 tiene efectos psicotrópicos, era cuestión de ver si el receptor CB2 era más seguro como diana terapéutica. Un grupo de investigadores españoles ha realizado este tipo de aproximación: han analizado el papel del receptor de canabinoides CB2 para ver si podían utilizarlo como potencial diana terapéutica para el tratamiento de la esclerosis múltiple u otras enfermedades neurodegenerativas. Para ello han utilizado un modelo animal de ratón con una enfermedad equivalente a la esclerosis múltiple humana.
En la entrada del jueves pasado comentábamos otro acercamiento terapéutico para esta enfermedad.

El receptor de canabinoides CB2 participa en el control de la proliferación celular, supervivencia y diferenciación de las células precursoras neuronales y hematopoyéticas. La ausencia del receptor CB2 en ratones aumentaba la gravedad de los síntomas, mientras que si se estimulaba farmacológicamente dicho receptor, el efecto era el contrario: disminuía la pérdida axonal y se evitaba la acumulación de células de microglía en el cerebro inflamado. Todo ello, claro está, sin los efectos negativos que el consumo clásico de canabinoides produce, pues tal como enfocan los medios de comunicación generalistas estas noticias parecería que la panacea es hartarse de fumar petas.

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