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29/1/08

Desiertos oceánicos

La palabra desierto acostumbra a provocar en nuestro cerebro una imagen típica: una vasta superficie de arena con vegetación casi nula, un calor insoportable y (en los casos más imaginativos, la caravana de beduinos y el oasis al fondo).

Por el contrario, asociamos los mares a áreas que bullen con las más variadas formas de vida, una especie de Finding Nemo de millones de kilómetros cuadrados... pero he aquí que existen desiertos de agua, regiones de los océanos con una pobreza de nutrientes que determina la práctica ausencia de vida en su interior. La mala noticia es, además, que dentro del actual panorama de calentamiento global, estas áreas están creciendo...

Sí, hijos mios, "We were few and the grandmother had a baby" que dirían los escritores de " Speaking in Silver": Si no teníamos suficiente con el avance de la desertización en los continentes, ahora tenemos que añadir los datos que apuntan a una expansión de estos "desiertos biológicos de los océanos", tal y como recoge Richard A. Kerr en el seu article a ScienceNow.

A todos los gobiernos del mundo... me temo que "FRACASAREIS" De Flickr

Lo peor de la cuestión (sí, encima...) es que, como nos está pasando con todos los fenómenos relacionados con las marranadas que le estamos haciendo al planeta "el crecimiento de estas zonas se está produciendo más rápido de lo que nuestros modelos habían predicho". O sea, acertamos el qué, pero el cuándo está todavía más cerca (para que luego venga alguien a decir que "su amigo le ha dicho que el cambio climático es cuento"...)

Las medidas sobre el tamaño y el ritmo de crecimiento de estos desiertos de agua han sido recogidas por unos sensores especiales de la nave Seastar (estoss americanos y su grandilocuencia para llamar a un satélite con una camara...) que detectan la presencia de actividad clorofílica. La presencia de clorofila es un signo de actividad fotosintética dentro de los océanos, la clave para el desarrollo de una cadena alimentaria y por tanto, la piedra angular de la existencia de vida en cualquier ecosistema oceánico: sin organismos fotosintéticos no hay peces, ni pájaros que se los coman, ni nada de nada (lo que os decía: desiertos biológicos de los océanos...).

De las medidas obtenidas se extrae que (atención) el aumento de la superficie de estos desiertos ha sido de un 15% en los 10 años que la Seastar ha tomado sus medidas. Eso equivale a 6,6 millones de kilómetros cuadrados (o, lo que es lo mismo, aproximadamente 132.000 millonews de veces mi casa).

Sólo queda una pequeña duda en algunas mentes: este aumento de la desertización tiene origen humano, o es fruto de una dinámica propia de los océanos (y por tanto potencialmente reversible)? . El tiempo (y futuros estudios) nos lo dirán...

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