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23/1/08

El precio de la civilización

Siete de la mañana. Suena el despertador. Me levanto, me ducho rápidamente, desayuno también con prisas y salgo corriendo a la oficina. Antes de llegar a mi destino, me apretujo con unas 200 o 300 personas más en un apestoso vagón de metro. Ya casi son las nueve y cinco, mierda, otra vez llego tarde. Nueve y cuarto. Me siento delante del ordenador, abro el correo y me encuentro con la bandeja de entrada a rebosar. Trabajo, trabajo, trabajo. Seis de la tarde. Salgo de la oficina y me encuentro en medio del tráfico de la calle Balmes, ruido, ruido, ruido. Un hombre pasa corriendo a mi lado y me da un empujón sin querer. Me apretujo en otro vagón de metro. Al llegar a mi barrio, descubro que está sembrado de generadores eléctricos que hacen mucho ruido y que desprenden un característico olor a chamusquina. Todo por culpa de un incendio en una subestación eléctrica que ha dejado a la mitad de la ciudad a oscuras. Siete de la tarde. Llego a casa. Por suerte tengo luz, pero…tengo ganas de gritar. Y así de lunes a viernes, semana tras semana. Lo confieso, estoy estresada.

¿Quién dijo aglomeración? De Flickr

Por ese motivo, me llamó mucho la atención un artículo que encontré ayer casi por casualidad. Se trata de un artículo publicado en BMC Public Health que habla de la relación que existe entre la aparición de desórdenes psiquiátricos y el nivel de urbanización. Los autores del estudio, que se realizó sobre una población alemana de más de 4000 personas, han sacado conclusiones que para los que vivimos en zonas altamente urbanizadas nos van a resultar muy interesantes. Clasificaron las zonas en cinco categorías desde las muy urbanizadas hasta las muy rurales y valoraron la presencia de distintos desórdenes psiquiátricos en grupos de población que vivían en cada una de esas zonas. Entre los desórdenes psiquiátricos que estudiaron incluyeron la ansiedad, los trastornos bipolares, el trastorno obsesivo-compulsivo, la fobia social, la depresión, el abuso de sustancias estupefacientes, los ataques de pánico, la hipocondría, entre algunos más. Pues bien, observaron que existe una tendencia clara entre la frecuencia de aparición de esos desórdenes en la población y el nivel de urbanización. Cuanto más urbanizada está una región, más frecuentes son los trastornos psiquiátricos en la población.


Pero, ¿cuál es la causa? ¿Por qué vivir en grandes ciudades nos trastorna? Existen algunas hipótesis, la más aceptada afirma que los desórdenes psiquiátricos en zonas muy urbanizadas vienen provocados por los estresantes ambientales como la falta de cohesión social, viviendas pequeñas, la sobreestimulación,…Claro, no es lo mismo atravesar un prado de amapolas para volver del trabajo, que esquivar coches en medio del tráfico infernal de las seis de la tarde.


Aunque como bien apuntan los autores, la urbanización no es el único factor asociado a las enfermedades psiquiátricas, parece ser que ser mujer, pertenecer a una clase socioeconómica baja y permanecer soltero también incrementan tus posibilidades de padecer un trastorno psiquiátrico. Está claro, si quieres que tu salud mental no se resienta tienes irte a vivir al campo, casarte sin falta y no ser pobre. Lo de ser mujer tiene peor remedio.

1 comentario:

goloviarte dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.