Ayer escuché en el podcast de Science la entrevista con Liz Pennisi (podéis descargaros el podcast o leer la transcripción aquí) sobre el uso del perro como modelo animal para el estudio de enfermedades genético.
Entre otros motivos (explicados en la entrevista y en el artículo de Science). A diferencia de otros modelos animales, los perros desarrollan cáncer de forma espontánea. Para que los ratones o ratas, por ejemplo, desarrollen cáncer, éste debe de ser inducido por el experimentador.
Y ahora viene la pregunta que me hago… ¿qué tenemos en común perros y hombres que nos diferencie de los roedores? La neotenia. ¿Neo-qué? Una especie ha experimentado neotenia cuando su desarrollo se hace más lento, es más tiempo un niño, y acaba por poseer rasgos y comportamientos juveniles en las formas adultas. Los perros son neoténicos respecto los lobos: la mayoría de los perros adultos parecen cachorros grandes. Los humanos somos neoténicos del antepasado que compartimos con el chimpancé: de alguna manera extraña siempre nos ha parecido más humano un chimpancé “niño” que un chimpancé adulto. ¿Puede tener algo que ver la neotenia con el desarrollo del cáncer? Puede que sí o puede que no. En cualquiera de los dos casos, puede ser interesante tratarlo de explicar.
Entre otros motivos (explicados en la entrevista y en el artículo de Science). A diferencia de otros modelos animales, los perros desarrollan cáncer de forma espontánea. Para que los ratones o ratas, por ejemplo, desarrollen cáncer, éste debe de ser inducido por el experimentador.
Y ahora viene la pregunta que me hago… ¿qué tenemos en común perros y hombres que nos diferencie de los roedores? La neotenia. ¿Neo-qué? Una especie ha experimentado neotenia cuando su desarrollo se hace más lento, es más tiempo un niño, y acaba por poseer rasgos y comportamientos juveniles en las formas adultas. Los perros son neoténicos respecto los lobos: la mayoría de los perros adultos parecen cachorros grandes. Los humanos somos neoténicos del antepasado que compartimos con el chimpancé: de alguna manera extraña siempre nos ha parecido más humano un chimpancé “niño” que un chimpancé adulto. ¿Puede tener algo que ver la neotenia con el desarrollo del cáncer? Puede que sí o puede que no. En cualquiera de los dos casos, puede ser interesante tratarlo de explicar.
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