(Esta información se añade a la publicada el día anterior)
Recientemente algunos medios de comunicación generalistas volvieron a demostrar que urge convertir la carrera de periodismo en un postgrado, a fin de evitar que una tropa de indocumentados difundan informaciones erróneas que alerten, asusten o confundan innecesariamente a los ignorantes de buena voluntad, y dejen las informaciones en mano de especialistas con criterio. Me refiero a la noticia sobre un supuesto estudio que demostraba que los antidepresivos actuales no sirven para nada, puesto que su eficacia es similar a la que tendría un placebo. Las ganas de crear un titular que ayude a vender más periódicos puede ser muy peligroso.
Esto tiene relación con lo que comentamos en una entrada anterior sobre la importancia del efecto placebo a la hora de desviar los resultados de los estudios clínicos de eficacia de los fármacos.
En realidad, lo que el estudio original defendía era que en los pacientes de depresión muy grave sí se apreciaba una mejora de los síntomas tras el tratamiento con los antidepresivos, pero que dicha mejoría parecía ser debida a un menor protagonismo del efecto placebo, más que a un mayor éxito de la propia medicación. ¿Me lo repita?
Este estudio es un metanálisis (revisión de resultados de trabajos previamente publicados) de estudios que valoraban la eficacia de 4 principios activos de fármacos antidepresivos aprovados por la FDA, utilizados en el tratamiento de la depresión mayor unipolar. El motivo de dicho estudio es que ya se conocía que en los casos de depresiones leves, los antidepresivos tenían una eficacia discreta respecto a los simples placebos, y se sospechaba que, por tanto, los antidepresivos deben reservarse para casos severos, en los que la influencia de un mero placebo no pueda hacer milagros y la mejoría deba atribuirse sin duda al fármaco. El estudio controvertido en cuestión apoya dicha hipótesis: hay más diferencias entre el efecto del fármaco y el efecto del placebo cuanto mayor es la severidad de la depresión diagnosticada, aunque dichas diferencias de eficacia tampoco es que sean para tirar cohetes.
En los casos de depresión severa, es la disminución de la respuesta al placebo y no una mayor éxito del fármaco el responsable de la mejoría.
Sin duda esta conclusión es una patada en los huevos a los que intentan vender "píldoras de la felicidad", pues apunta a que la eficacia de los fármacos antidepresivos va indisolublemente unida, e incluso supeditada, a la influencia del efecto placebo, pero es una conclusión muy diferente a la que han dado a entender los medios de comunicación, que quizás hayan simplificado demasiado la enrevesada conclusión del estudio.
Lo que no cabe duda es que el efecto placebo puede andar detrás del éxito de muchos fármacos consumidos habitualmente. Por ejemplo hay evidencias de que el efecto placebo es responsable del 50% de las respuestas a analgésicos. ¡Poca broma! ¿Cómo no vamos a sospechar que el efecto placebo anda detrás de las terapias alternativas?
13/3/08
Curiosidad, prozac y dudas
Publicado por Elena Garrido en 18:10
Etiquetas: Actualidad, Farmacología
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