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27/11/07

Minimicronano

¿Recordais, parece que haga mil años, cuando queríamos que las cosas fuesen mini? Minifaldas, minibuses, minipímers... Con el paso de los años, la presión miniaturizadora empezó a hacer que todo el mundo buscase "algo más" (¿o algo menos?). Así empezó la conquista del mundo "micro". Actualmente todo el mundo está más o menos familiarizado con las cosas "micro": microprocesadores, microfilms, microbios... Pues bien, las cosas micro se empiezan a quedar pequeñas, como mínimo a la gente de ciencia, así que el siguiente objetivo es... ¡el mundo nano!


Vayamos por partes (o micropartes). A todo el mundo le queda claro que cuando decimos "micro" queremos decir "pequeño". En el mundo científico, sin embargo, se requiere más precision y utilizamos el prefijo "micro" cuando hablamos de cosas un millón de veces más pequeñas que un metro: coged un milímetro y divididlo en mil trocitos, y cada uno será un micrómetro (después, derechitos al oculista...).
Pues bien, tal y como decíamos al principio, los científicos no tienen suficiente con haber alcanzado la capacidad de trabajar con estas medidas, y buscan la posibilidad de fabricar objetos de tamaño aún más pequeño: "nano" es un prefijo que quiere decir mil millones de veces más pequeño que un metro (coged cualquiera de las mil dividiones que hicimos de un milímetro y divididla mil veces, osea, dividid un milímetro un millón de veces...). ¿Se puede saber para qué demonios queremos fabricar cosas que midan nanómetros?

Nanotubos de Carbono, De Flickr


Sí, se pude saber: para utilizarlas como herramientas en el universo de las cosas "micro" (al cual pertenecen en general las células animales y vegetales). Así nos lo explican Stephen J. Pearton, Tanmay Lele, Yiider Tseng and F. Ren en su articulo publicado en Trends in Biotechnology y que recoge el trebajo publicado por Kim et al en la revista Journals of the American Chemical Society. En este trabajo se nos enseña como, utilizando filamentos de silicio (el material semiconductor con el que se hacen los chips de ordenador) de unos pocos nanómetros, se puede penetrar en el interior de células vivas sin causar ningún daño en su estructura. Puede parecer un experimento muy básico, pero tiene implicaciones de mucha importancia. En especial, hay que pensar que este trabajo (y otros similares, con nanotubos de carbono, por ejemplo) deja la puerta abierta a futuras investigaciones que permitan utilizar esta téctina para introducir moléculas (fármacos, DNA) de una forma poco o nada agresiva con la célula objetivo. Por otra parte, también podría llegar a ser factible la introducción de "nanosensores", que permitan hacer mediciones del funcionamiento celular "in vivo".

Ya lo veis, Justo ahora que habíamos conseguido que todo fuese "micro" ¡ahora queremos que sea "nano"!

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