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15/12/07

Por un final feliz

Lo hemos visto en el cine en varias ocasiones, retratado con mayor o menor crudeza: El hijo de la novia, Iris, y ahora la última película de Antonio Mercero, ¿Y tú quién eres? Todas ellas tratan el delicado tema de convivir con un familiar afectado del mal de Alzheimer. Pero probablemente ninguna de ellas ha retratado fielmente el infierno que es ver como esa persona que conocías y a la que querías va desapareciendo, dejándote tan sólo un cuerpo físico del que hacerte cargo.

La enfermedad de Alzheimer, llamada así en honor a uno de los médicos que la descubrieron, es una enfermedad degenerativa de las células cerebrales caracterizada típicamente por una pérdida progresiva de memoria y de otras capacidades mentales a medida que las células nerviosas mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian. En España afecta a cerca de 700.000 personas y aparecen 100.000 enfermos más cada año pero, teniendo en cuenta el envejecimiento de la población, se prevé que el número de enfermos se duplique en 2020 y triplique en 2050.

Actualmente no se conoce el origen de la enfermedad, aunque se cree que la acumulación anómala de proteína β-amiloide en el cerebro de los enfermos constituye el primer evento de una compleja cascada que acaba conduciendo a la neurodegeneración.

Por el momento no existe ningún tratamiento capaz de curar o prevenir la aparición de la enfermedad. Tan sólo podemos intentar paliar sus síntomas mediante la estimulación cognitiva o el uso de fármacos que compensan los déficits neuronales de estos pacientes.

De Flickr.

Actualmente, las líneas de investigación sobre la enfermedad se hallan centradas en el uso de terapia inmunológica basada en el uso de anticuerpos específicos capaces de reconocer y atacar la placa amiloide. Los primeros datos desprendidos de estos estudios resultaron muy prometedores, tanto, que incluso se llegaron a realizar ensayos clínicos en humanos que tuvieron que ser suspendidos al producirse efectos secundarios derivados de la administración de estas vacunas. Sin embargo, pese al fracaso de esta primera tentativa, los científicos siguen trabajando en la mejora de este tipo de tratamiento con anticuerpos, ya que por el momento se desconoce el mecanismo biológico por el cual los anticuerpos reducen la patología asociada a la placa amiloide.

Recientemente se ha publicado un estudio (comentado también en TRENDS in Immunology) en el que analizan en profundidad el mecanismo por el cual el tratamiento con anticuerpos mejora la sintomatología de la enfermedad. En este estudio se refleja que la administración de anticuerpos contra los péptidos β-amiloides efectivamente es capaz de disminuir los niveles de placa amiloide dentro de las células. Para que esta degradación tenga lugar, los anticuerpos deben unirse a la región extracelular de la forma precursora de los péptidos y entonces ser internalizados. Estos datos nos permiten conocer mejor el cómo y el por qué de las mejorías obtenidas con el tratamiento con anticuerpos.

Este y otros avances en este campo permitiran el desarrollo de tratamientos más específicos y que, por tanto, generen menos efectos secundarios. Espero que dentro de no muchos años podamos ir al cine y que nuestra película pueda tener un final más feliz del que se nos presenta hoy en día.

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